Mi mente se deleita
ante tu dulce simpleza
como piezas de rompecabezas
que encajan sutilmente
como cuando dos bocas se besan.
Escuche que el amor es un campo batalla,
un juego de ajedrez
el cual cada uno dispone de sus mejores piezas
pero siempre gana el de mejor estrategia.
Sin romper las reglas,
cada quien interpreta su valor
a veces hay que sacrificar una ficha
por lograr conquistar su calor.