avecilla que vuelas errante por el inmenso azul.
te ves feliz jugueteando por entre las nubes.
la brisa te acompaña, y el sol te da su luz.
que envidia me das, avecilla, que envidia me das.
tu ignoras las penas del mundo.
eres libre de las humanas opresiones.
cuando quieres te posas sobre la rama de un árbol,
y regalas tu trinar tan puro.
ingenua eres de los mundanales vicios.
naciste para ser libre, y libre seras.
el árbol te ofrenda sus ramas donde hacer tu nidal.
gustosa accedes, pues pronto el invierno arribara.
dichosa tu que no posees mas riqueza que tu libertad.
las mariposas te acompañan a danzar,
pues tu vuelo es una danza que los hombres envidiaran,
que los hombres envidiaran...