Pablo R.

COMO EL AGUA MANSA

Como agua de montaña, tan apacible y blanca

níveas son tus piernas, color de fina plata

melancólica rima; de luna, mar y escarcha

henchida vela al viento, espuma de ola y savia.

 

Blanca, láctea vía, sutil rubor del alba

tu pecho álgido abrigo, su cumbre coronada

de suave terciopelo, dulce miel escarlata

tierno maná del cielo, sustento en nuestra crianza.

 

Tu piel, ¡oh blanca alfombra!, donde dejo mis besos

y caricias nocturnas en su sembrar furtivo,

es un satén lascivo para mis ansias locas;

 

como condena eterna, que me encadena el alma

como un infierno vivo que quema más no daña

así es tu piel Selene, tan apacible y blanca.



-. PaR

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09042021