El amor es un juego peligroso
donde solo ganan dos, y no es a los dados
ni tampoco un ajedrez pero cuando en sus laberintos
te pierdes ya no hay vuelta atrás
ni tampoco eres consciente del tiempo que te echas
para encontrarle su salida
mientras divagas explorándolo
sin siquiera ya esperanza
y muy poca fé por alcanzarla...
No es un sueño, es una pesadilla
al menos para mí ya que me duele tanto el pecho
que no puedo ni sufrir sin romper con todo
lo que no me recuerda a ella,
y me ahogo, sí, me ahogo yo
en el mar de sus esencias
que no me llegan pero casi
y es más que suficiente para a mí impresionarme
y dejarme muy atado
a su naturaleza que resplandece
de forma tan especial y es de estrella de verdad.