Caminando esta mañana
he visto su cara sonrojada
¿Por qué te ruborizas luna,
ante mi mirada, en la memoria?
como un cuadro surrealista
de mi yo incrédulo,
cuando ando murmurando
poemas en un ocaso añejo…
Voy caminando entre pétalos,
que el viento movió inquietos,
sobre llamaradas eternas,
que relucen efímeras,
haciendo iluminarse a la Luna
enrojeciendo su cara…
Sonrisa con ironía,
que marcha a la otra faz
dejándome con melancolía,
a la alborada en soledad.
Más allá de tu mirada,
luna, brillará el crepúsculo
cuan hojas secas de mi otoño
rotando junto a mí amada.