Un saludo, amigos míos,
mis amigas incluídas,
cuidaos mucho. Confío,
en que apreciéis vuestras vidas,
las de vuestros familiares,
también las de los vecinos,
las de vuestras amistades,
aquellos cuyos caminos
con los vuestros se entrecruzan.
Con mascarilla y distancia,
y al final con la vacuna,
-cuál carece de importancia-
nos sonreirá la fortuna
si no bajamos la guardia.
© Xabier Abando, 26/04/2021