Caminaba despacio, pues el dolor era demasiado
Mi corazón sangraba, a cada paso que daba
Sufría tanto que ya la realidad se iba acabando
Pero mire al cielo, con mucho desconsuelo
Dios vió mi sufrimiento
y mi mano agarro con su aliento
Lloro conmigo y mis heridas curo
y consuelo a mis penas me dió
diciéndome, no te apartes de mi
si en la vida, no quieres sufrir.