No hay nada más alegre
que después de haberse ido,
uno algún día regresa
y que sea bien recibido.
Después de una gran despedida
que te causó un gran dolor,
un regreso victorioso
tiene que ser lo mejor.
Aquellos malos momentos
que producen las despedidas,
cuando se da un buen regreso
se curarán las heridas.
Si perdimos un amor
y ha sido recuperado,
es un regreso al amor
porque no había terminado.
Cuando uno regresa
de donde se despidió,
es para que se corrija
en lo que se equivocó.
Cuando regresamos
de una senda perdida,
es otra oportunidad
que nos ha dado la vida.
Autor: Alejandro Díaz Quero
Villa de Cura,17/04/2021.