frankcalle
ADIOS AL ÚLTIMO AMIGO
Sentado en un banco del parque
parecía hablar consigo mismo.
Si hubiese sido un joven,
pensaría que hablaba con su móvil
oculto en la mochila o en algún bolsillo…
En otros tiempos parecería un anciano demente,
pero hoy, todos somos dementes modernos
que hablamos solos, hasta sin motivo.
Por eso pasé por su lado despreocupadamente,
y el susurro del anciano se transformó en sollozo,
y el sollozo en llanto reprimido.
Cuando un anciano llora conmovido,
la Humanidad paga las culpas
de lo que no ha sido…
Me detuve casi inconsciente,
pensando que de pronto su figura quijotesca
caería al piso.
Sus viejas manos yacían palma con palma
sobre las piernas de pantalones zurcidos.
¿Acaso rezaba?
̶ Disculpe señor, ¿se siente mal?
¿Necesita ayuda?
̶ N o, s e ñ o r …
Dijo lentamente, dolorosamente…
Y poco a poco se abrieron sus viejas manos,
mostrando sobre sus palmas viejas,
un ratoncito que dormir parecía…
- Ha muerto, ya no tengo amigo…
Solo eso dijo,
y diciendo esto, el pequeño ratón sin vida
al piso cayó
No supe qué decir, ni qué hacer.
Cual reliquia venerada,
tomé al ratón y lo puse en sus manos,
y por mi mente pasaron los recuerdos de amigos,
que ya no tienen vida.
Lamenté la pérdida como si fuese mía,
y dejé al anciano en su soledad solemne,
rezando por el amigo que tuviese un día...
Frank Calle (28/ abril/ 2021)