Lincol

GRAVEDAD

 

GRAVEDAD

La piel se nos afila
al rozar la noche
en su honda calma;
y umbrales repentinos
se abren de par en par,
como la gravedad
aceptando el designio
de aquellos latidos
que no se pueden ignorar
entre suspiros distantes
y atrapados por la distancia
hablando el mismo lenguaje
en el horizonte del amor.

LMML