El sueño
Mi niño corre apurado por las veredas mojadas
¿hacia donde va el niño que corre tan apenado?
Una hilera de llanto va dejando en la carrera,
mientras grita alborotado que lo siguen los fantasmas.
Ha saltado de la cama con aquella excitación,
Su gato gris lo persigue con los pelos erizados
y los ojos abiertos, al terror entregado.
¿Quién ha osado invadir el sueño de mi pequeño?
Tarea que le concierne a los ángeles nocturnos.
Solo su madre desvela el sueño por su descanso.
Cuando llega la oración, lo mece con su canción.
Lo despierta el canto alegre, del pájaro madrugador
y el reflejo transparente del primer rayo de sol.
Teresa Ternavasio