¿Cómo, no cantar, a los amantes?
Instigadores del secreto.
¿Cómo? si en el entrañable silencio
Él, dulcísimo y ardiente de valor…
Te roba un beso.
Los ruegos, el ojo enorme y bien dispuesto.
Los ojos redondos y fragantes
Húmedos y espesos
Desnudan al Amor
Un amor que por su valor es mucho más que eso…
Se lamen, se frotan y uno a otro se dan
Como el diente necesita del pan
Como el gusto del paladar.
El hombre sumido en los celos afíla los dientes de la rabia
Los muerde en sus sexos,
Sus vidas acaban.
Recuerda…
Todo comienza en el reflejo,
en la inocente necesidad que nos delata y nos deja ciegos.