Jorge Horacio Richino

AMOR MARCHITO

 

 

Que sigas a mi lado no lo admito

no hay modo que lo pueda consentir;

déjame, nuevamente lo repito,

que en lo nuestro no hay nada que invertir.

 

Retira de tus ojos esas vendas

pues se ha acabado el verdadero amor,

y tan sólo deseo que comprendas

escuchando mis ansias cual clamor.

 

Pues las penas y angustias que guardemos

se enjuagarán con nuestro propio llanto,

efecto que por cierto viviremos

por haberse esfumado todo encanto.

 

No soporto tan duro desconsuelo;
propia es la hora de levantar el vuelo.

 

 

 

Jorge Horacio Richino

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