Nos olvidamos los dos
a su inminente deceso,
yo darle el último beso,
ella su postrer adiós.
Desde el día que murió
a diario me atormenta
en mi existencia desierta
que su ausencia me dejó.
Recuerdo que a mi pesar
habré de seguir padeciendo
mientras voy envejeciendo
sin poderlo olvidar.
josecarloabalague