Sin máscaras que me impidan ver mi alma canto.
Todo y nada me maravilla del mundo que me acuna.
Me he visto crecer y con menguas, he ido hacia el fin.
No huyo, no tiene sentido salir del otoño al averno.
No se puede huir de eso evidente que es la existencia.
¡La liviandad de lo existente sólo lo oculta el pánico!
Se ha de saber que una huida hacia adelante es estafa.
Difícil es, banderear la calma, cuando el alma se rebela.
Se enciende la sangre y se agitan los gritos en el pecho.
Es que la realidad se planta frente al espejo de mis ojos
y los sentidos se dilatan, para avanzar sin latosos lloros.
¡Los ojos de tu dios, todo lo ven, nada está oculto de ti!
No siento nada o, quizás, sólo veo con malicia mi sentir.
Quisiera decir que no me importa esta recóndita huida.
Mentiría, me engañaría si no pudiera despejar mi alma.
Me miro y veo el portal de la ermita sacra que forjé, con
los solemnes credos, que abraza mi diáfana conciencia.
¡Todo eso que hemos moldeado tiene un sentido final!
Creía, pensaba, que mi mundo era el mundo de todos.
Vanas ínfulas que esquivan a la razón, para no conocer.
Un enigma exhibe hoy, mi vida o, quizás muchos más.
Debo irme, danzar fuera de mi corazón y sentir su latir.
Reveladoras son las emociones anticipadas del saber…
¡Son falsas las mentiras creadas desde los desvaríos que,
idean las almas que se alimentan de la frágil ignorancia!
Categoría: Sin clasificar
Mensaje personal: Todo lo que crea tu mente, está creado...
Título del Poema: