Dichoso sea tu nombre de inmutable belleza
Dichoso sea tu cuerpo de aventuras y vergüenzas
Dichoso sea cualquiera al verte entre la hiedra...
Pasito...
Pasito de pasiflora
tu que andas despavorido
de tongoneo desmedido
así como vuestra llanura aclama a su merced
entre agujas y pajales
entre rostros ataviados
y luciérnagas apagadas...
¡Ay florecita!
Si de día viste de cuarzo
y de noche pules la hebilla
como el noble tacón gastado y la falda remendada...
¡Mi flor!
Pues aunque rara seas,
distinta de especie,
tienes el nombre de la luz
y el pasado de la sombra,
porque de arrancar pieles
y sobre saltos,
allí para hacerme feliz
estarás tu.
Sublime joya,
canción doblada,
azul aroma,
pasión desbordada...
Mi noble vegetación,
que se hace un lugar
entre caminantes y el asfalto.
Y aunque te traten como anfibio,
que importa...
prefiero el agua y la tierra
que la rutina de la mañana.
Autor Coco Aguirre (02/05/21)