Hay quien me dice que fue conocerte,
para mi un gran favor ... una alegría,
mas cada ver que recuerdo aquél día
solo hago maldecir mi mala suerte.
Ya no te quiero amar, no quiero verte,
ni retener tu mano entre la mías,
ni pasar por la casa en que vivías...
¿ Te conozco ? No quiero conocerte.
Cambiaré mi alegría por cien penas,
si he de tornar cordura por locura,
llenádme de grilletes y cadenas...
Metédme en la mazmorra mas oscura
y dejádme allí, cumplir mis condenas,
verla... si que sería una tortura.
J.M.Brazal