Quizás si tuviera algo
parecido a tu sonrisa,
los encantos que mostrás
todo el tiempo suavemente
y el beso que siempre espero
sin lograr a convencerte,
podría saber mejor las cosas
que me convienen hacer
de noche y de día
para saber lo que puedo
conseguir sin mucho esfuerzo
cuando me siento tranquila.
Quizás si fuera a la escuela
para aprender a escuchar,
o salir dando una vuelta
alrededor del lugar,
caminando por el bosque
con los nogales cargados
de nueces para jugar,
me tomaría el recado
de saber todo lo nuevo,
lo viejo y hasta poder
demostrar sin mucho apuro
lo que nunca pude hacer.