En mis brazos te amé como a ninguna.
atado se esparció mi salvajismo,
hice en todos tus rincones turismo
e hice que se avergonzara la luna
Tu fragancia mi cómplice oportuna
para dar a nuestra piel el bautismo
que estrangula aquel íntimo modismo
y donde mi ser en tu ser se acuna.
Como un alpinista en tus cordilleras
que te escala para besar las cimas
y encender de a pocos tiernas hogueras....
y así, encendida de alma te aproximas
reprimiendo cerrojo en tus caderas
para que entregada no te reprimas
Llega a tu pradera aquel rio crecido
rompiendo esa represa de emociones
desbordado tu tesoro escondido
y sientes en instantes mil canciones
siguiendo su compas con un gemido
cuando bajas y subes escalones.
Se arremolinan instintos carnales
en la coreografía que plasmo
donde muere y resucita el espasmo
al tener abierto nuestros caudales
Disparándose fuegos naturales
se acerca galopando aquel orgasmo
y crecen más estuarios de entusiasmo
derritiendo aureolas boreales
Aquel rio termina su recorrido
haciendo de la pradera laguna
donde peces gemelos buscan nido
Rosando sensación como ninguna
asfixiado mi ser queda dormido
y te quedas tú, mirando la luna.
(....s ....l)