Rodolfo

Amor para principiantes

¿Cuántas veces se debe fracasar antes de tener éxito en el amor?

No puedo decirlo, pero si puedo decir que al parecer yo no he fracasado lo suficiente.

Quizá el amor no es lo que todos pintan, ese sentimiento maravilloso que te llena de júbilo te hace sentir bien, ese amor de fantasía, cuentos baratos y poesía cursi que tanto circula por las redes. Para mi ahora, en este tiempo, un tanto oscuro he de decir para ser franco, el amor no es más que el camino más fácil a la autodestrucción del propio ser. Y es que, en estos tiempos tan pueriles, las personas buscan con quién llenarse el corazón, llenarse los ratos libres, los espacios de soledad.

¿A que precio?

Pues si me lo preguntan, el precio siempre lo paga alguien, generalmente el que más siente. Hace mucho que la frase: La mejor forma de que no te rompan el corazón es pretender que no tienes uno, no me suena tan descabellada, y es que cada vez que he entregado el corazón, simplemente me quedo sin una parte de mi.

¿Y que recibo a cambio?

Tristeza, dolor, soledad, llanto, melancolía, y si, el último termino viene siendo esa percepción romántica de la mezcla de todos los anteriores. Siempre he tenido un afán inexplicable por romantizar las cosas, o hacerlas más dramáticas de lo que realmente son. ¿Acaso soy yo? O ¿Quizás esa es la naturaleza propia del hombre?... Quién sabe, lo que, si se es que quizás estoy pagando alguna culpa de una vida pasada, por que no encuentro explicación alguna por la cual tenga que pasar un suplicio en esto que llaman amor. Y si, esto es una querella sin destinatario, quizá reprocharle al creador sirva de algo, pero al pasar los años solo veo que es un intento desesperado por obtener una respuesta que no va a tener lugar.

Que triste tiene que ser la vida de un ser humano sin amor, pero, y sin temor a equivocarme, creo firmemente que a veces es mejor darse un descanso, dejar que el corazón se haga piedra por salvar la propia integridad. Y no con ello volverse un ser inerte, carente de sentimientos y expresiones, por que, para ser sinceros, es tan solo una utopía. Hasta la presente fecha no conozco un ser que se pueda decir a si mismo inmune a un momento de alegría sin mostrar al menos una fugaz sonrisa, o un momento triste que no le cale en los huesos. Volviendo al punto, considero que una vida sin amor, excluyendo al propio claro está, que al igual que el primero, se encuentra muy sobrevalorado. Para una persona perfeccionista, el amarse es prácticamente una odisea ya que al exigir tanto del propio ser y tan poco de los demás, resulta frustrante la idea de tan siquiera concebir la aceptación de un ser tan imperfecto, que, aunque se encuentre en el proceso de aprendizaje aún, no es digno de ese amor tan grande que se tiene por ofrecer. Un tanto irónico, pero es así, uno se exige mucho y espera muy poco. ¿Lamentable? Podría ser, pero como renunciar a la naturaleza absurda impuesta por la sociedad, todos somos expertos en explicar cómo se debe vivir, pero ninguno puede realmente vivir bajo los preceptos que predica. Somos hipócritas de alguna forma, un tanto torpes y despistados, quizás no aplica el somos, quizás un soy, o quizás no aplique un quizás. Lo claro es que no he visto un ser inteligente gozando de dicha, en general el conocimiento es una dicha, pero también una ruina. Y les pregunto, que es mejor, vivir felizmente engañado, o tristemente consiente de la cruda verdad. ¿Qué escogerías tú? Una elección simple…simplemente imposible.