Izandro

Amarte Toda

 

Fundí mis manos a la piel de tu espalda,

Y mi corazón rezó sobre los latidos de tu pecho,

Tus labios cerrados poco hablaban,

Y en su ligero sollozar,

Decían cuanto era, lo que tú siempre me amabas;

Tu cabello… tu cabello de seda con aroma a cielo,

Se adhería a cada poro de mis mejillas sollozadas,

Y el terso hilo de uno solo de ellos,

Se enredaba muy gracioso, entre mis ojos y tu mirada;

Quisiera sentir por siempre,

El dulce calor de tu cuerpo delicado,

Cuando tu abrazo amable se disuelve en mis sentidos,

Y quisiera sentir por igual una vez y para siempre,

Mis manos unidas a tu cuerpo que es mi credo,

Porque no hay mejor deseo,

Que el amarte siempre toda,

Y permanecer callado en el silencio,

De este Amor… el que tú también añoras.