El viento persistente golpea con fuerza mi rostro descompuesto
...En tu partida
Te llevaste todo…
Hasta la melancolía que rondaba mis esquinas y los susurros que ya no importan
Me pierdo en el verde océano de árboles y arreboles acostado con la cara al infinito
Y descubro que eso tampoco importa como tampoco el paraíso inexistente de los cuentos
Cierro mis ojos y levito
Noto alas que me encumbran y me llevan sin miedo a caer
¡Y si lo hiciera!
Igualmente nada importaría.
Mis suspiros solo se quedan en eso, pero son solo míos.
No te los llevaste porque son halos de mi vida que he de compartir nuevamente cual tesoro.
De tu nombre solo letras quedan
Esparcidas y olvidadas que fenecen lentamente de mi boca.
Todo fuiste y nada eres
¡Libre de mi vida te declaro!
Y arranco tu rama seca del tallo de mi vida que…
Aun aflora.
- Rafael Blanco -