Recibí un mensaje, que decía que escribiera algo, porque habían pasado un par de semanas.
Aquí estoy y tengo una afirmación:
Estoy tan vacía, pero ya no se siente como un enorme agujero, sino como un lienzo en blanco, sin embargo, temo no tener ni idea, de cómo o con qué pintarlo. Retomar lo que era, no puedo, esa pintura de mi, es tan solo una imagen sin alma, y yo no creo en los retornos, pero no sé cómo avanzar, entonces, guardo silencio y me escondo en la cueva, aún más profundo, donde solo habla la oscuridad, allí me encuentro, cuidando lo que tengo para cuando descubra cómo ser, aún poder serlo.