Te quiero Mujer,
como solo sabe querer
un hombre de fe,
quiero tu esencia cristalina
quiero el eco de tu aliento.
Te venero Mujer,
como escultura religiosa,
más allá de tu silueta
más allá de tus milagros
más allá de la palabra.
Te adoro mujer,
como una gema con ocho
caras triangulares,
con tus valles y llanuras,
con toda la belleza de tu ser.
Te idolatro mujer,
cuando entregas tu alma
sin saber por qué,
cuando callas tus dolores
cuando gimes tu placer.
Te estimo mujer,
solo por ser mujer
por soportar todas mis penas,
por toda tu fortaleza
que me acompaña.
Te admiro mujer,
por tu facilidad para crear
fantasías,
por tus miedos
y tus míticos temores,
por la valentía
de tus actos,
por ser bravía
y amable.
Te deseo Mujer,
con pasión volcánica,
como lava en la roca
me adhiero a ti,
indivisible son mis manos
en tu cuerpo de mármol.
Te amo mujer,
por todos tus aromas
por todas tus canciones,
por todos tus latidos,
te amo sobre todas las cosas
de esta tierra
sobre el sol errante
que se marcha
día a día
dejando la sombra enardecida
en cada espacio
del horizonte.