Comencé a imaginarte de nuevo,
a traerte en las noches de sueños.
En sonrisas envueltas de besos,
comencé a desearte en mi cuerpo.
Aunque cerca o lejos te encuentres,
imagino tenerte a mi lado,
y que el mundo que hoy nos separa,
sea el mundo que puede juntarnos.
Entre escombros de un amor roto
te imagino a lo lejos llegando,
y te escribo en poemas al cielo
y sin rostro visitas mi cuarto.
Hay un hilo de luz que nos une,
esperando el momento adecuado,
que tu alma y la mía se crucen
para amarse, yo habiendo sanado.
Lau.
*Ilustración de Agustina Otaegui