Cuida todos los días tu presentación,
arréglate como si fueras a una fiesta,
no te detengas ni siquiera a hacer siesta,
para que no pierdas instantes de acción.
En tu casa no te encierres,
nada de jugar al enclaustrado,
diviértete con todo lo amado
y no te preocupe el que hoy yerres.
Sal de paseo al campo y a la calle,
camina para hacer ejercicios,
despréndete de todos los vicios,
para que la salud siempre te halle.
No tengas actitudes de viejo,
enderézate y la espalda no encorves,
camina erguido ideando los orbes,
que te rodean, frente a un espejo.
No hables de tus achaques y vejez,
porque más enfermo te sentirás,
piénsate gallardo y audaz,
para que vivas con altivez.
Trata de ser útil a ti y a los demás,
no seas involuntariamente un parásito,
ayuda con un consejo, no seas tácito
y demuestra a todos de lo que eres capaz.
Así sabrás que como la Luna,
cuerpo opaco destinado a dar luz,
tu vida no será en ellos una cruz
y no te verán como a una runa.
Y si con tu mano no puedes trabajar,
trabaja oral o intelectualmente,
así en alto llevarás la frente
y con orgullo a la tumba puedes bajar.
YALI.