¿Habrá quién marque este día
con el sueño que se derrama
en tropel sobre mi cama
despertando esta alegría?
¿Habrá quién piense que no es locura
andar tan proscrito tras lo ardiente
pero entendiendo que no siempre
del amor es dueño quien lo procura?
¿Quién diga que no eres hueso de mis costillas?
-Sin remedio para tu ausencia, te llevo siempre
habitando en mi pecho y desde noviembre
desprendiendo vienes, el limo de mis orillas...