Raul Gonzaga

Siempre estás dentro de mí

En silencioso vacío,
de nostalgia y de dolor
cuánto extraño tu amor
y todo lo que era mío;

y convertido en suspiro
de un ardiente corazón,
me invade mucha obsesión
gran anhelo al que yo aspiro;

eres de mis ansias, ensueño,
de mi esperanza, un Edén;
en mis deseos, empeño

para mi vida, el placer
de la ambrosía de unos besos,
de interminable placer..