No sé ni lo que siento
no encuentro las palabras
apenas el vacio,
dolor, silencio y rabia
el eco de la duda,
la huella de la zarpa
que clavas en mi pecho
con tu esquiva mirada
y escarbo en mis recuerdos
buscando la esperanza,
buscando ese resquicio
que me libere el alma,
cavando en las arenas
con uñas y sin dientes
la fosa de mis penas,
el lecho de mi muerte,
la tumba acogedora
donde vivir sin tiempo
donde encontrar refugio
de tanto sufrimiento...
Me calzo la piñata
y enciendo la cachimba;
un escoces con hielo,
un piedro de maría,
un cava en la nevera,
jabugo en la cocina,
un blues en el tocata
!y me la repampinfla!