Luna llena…
blanca esfera enamorada de la noche inmaculada,
tu que irradias tus encantos con la brisa en madrugada…
deja solo que acompañe tu camino lento y claro…
por aquel sendero estrecho que has marcado.
Luna llena…luna serena,
de intachable redondez,
un encuentro accidental …nos descubrió,
puritana encrucijada…
nos ha obligado a coincidir…
en este espacio majestuoso con la aurora.
Me someto a tus hechizos embrujados…
a la magia de esa extraña intuición que te precisa…
que me envuelve en la penumbra de tu sombra solitaria.
Voy anclado a tu cintura generosa…
sobre el manto de tu luz en reposo permanente…
como un mar platinado de luceros.
Me seducen tus caprichos misteriosos …
cuando el ritmo de las horas te transforman.
Me iluminas de una forma exagerada…privilegiada.
Tú me enciendes con la llama de tu hálito que inflama.
Me consuela observarte allá distante,
aunque sienta tu figura inalcanzable…
tan lejana y tan inerme.
Me hipnotiza tu embustera timidez,
me enloquece esa forma de inducirme a tus destellos,
me conquistas con tu frágil apariencia.
Tu brillante coqueteo me captura.
Me esclaviza la dulzura de tu ser esplendoroso,
y me someto a tus antojos.
Soy testigo inoportuno de tu enigma clandestino…
aunque debo confesar la incertidumbre que has creado
con tu mascara de hielo
en tono pálido velado.
Luna llena sosegada…
hoy me siento encadenado,
atrapado en tu embeleso.
Luna llena…taciturna,
me enredaste en tu nostalgia,
y he caído ingenuamente en tu ficción,
le has robado la cordura a mi razón.
Me robaste el corazón con tu belleza relumbrante.
Luna llena…errabunda…
caminante, macilenta,
que custodias mansamente mi desvelo,
me conformo contemplarte cada noche…
suspendida allá en el cielo.