Quizás la próxima vez, tomar tu mano pudiera y navegar por nubes rosadas y grises en busca del unicornio azul . . .
Quizás la próxima vez, una mirada baste, beso furtivo, caricia escondida; sean desafortunada arma letal que mate cinco mil fantasmas, así el temor, así el miedo de morir en el lodazal inmenso del infierno . . .
Quizás la próxima vez, hundir pudiera mi ser en el jardín púbico de tu regazo, y escuchar en el aire los versos tristes de Borges: “ Felices los amados y los amantes y los que pueden prescindir del amor, Felices los felices . . .”
Quizás la próxima vez, este amor sublime, que es tormento, volcán eterno, amor que quema la lagrima que brota; sea la única esperanza o el delirio . . .
Quizás la próxima vez, amarnos más hasta morir, tu vida en la mía, la lagrima brota y mi corazón descansa, un beso lo es todo; ser parte de tu Ser hasta morir . . .
Quizás la próxima vez, tomar tu mano pudiera y caminar descalzos sobre el césped, en busca de un cielo azul colmado de estrellas que brillen en el día . . .
Quizás la próxima vez, Borges no este solo . . .