a esa mujer que me tuvo en su vientre durante nueve meses,
y que antes de que yo naciera, ya me estaba amando.
a esa mujer que en su debilidad me enseño a ser fuerte,
y que supe de su prudencia en su consejo sabio.
a esa mujer que me brindo todo sin pedir nada a cambio,
y que siempre estuvo su ternura cuando me veia desolado.
a esa mujer que me dio sus regaños cuando era necesario,
y que sin ser la mejor me obsequio su amor inmaculado.
a esa mujer que con su mirada supo iluminar la oscuridad de mi melancolia,
y que con su ternura hizo florecer en mi
la flor de la alegria.
a esa mujer que lleva el titulo honroso de Madre, solo me resta agradecer.