CAMINITO
Caminito del suspiro
eres cual la mar en calma,
las veredas del destino
pasan como el agua clara
posándose en mi martirio.
Como ese pozo chiquito
con agua para beber,
son los labios de tu boca,
pero no quitan la sed
es el sentir que disloca.
Los naranjos de tu casa
que me quitan los amores,
son los que dándome sombra
cobijando los olores,
que llevas como una alondra.
Roberto J. Martín