Discúlpeme el atrevimiento
De venir a perturbarle,
Es que no podría perdonarme
Si no le digo lo que siento.
Luego de tanto silencio,
Yo pienso que es necesario
Comentarle mis agravios
Sueños, miedos, y deseos
Porque, como yo lo veo,
El amor no tiene horarios,
Ni fecha en el calendario,
Ni prejuicios, ni barreras,
Así que le seré sincera
Ignorando las señales
Que me alertan de un desastre
Si no consigo que me quiera.
Pero aunque eso me duela
Me atreveré a confesarle
Que sus ojos son dos males
Que a mi corazón aquejan:
Lo detienen, si están cerca,
Si están lejos, se enloquece,
Al pensarlos, se estremece,
Y late ansiando su presencia
Porque a sus ratos de ausencia
Acostumbrarme yo no puedo,
Y siempre está en mis pensamientos
Mi sentir, y en mis poemas,
Si me falta... ¡Qué problema!
Vivir sin usted no quiero.