Diego Nicolás García Contreras

Los vi venir

En estelas, montones de fantasmas 

tomaron mi camiseta, 

Es asombroso, el claro oscuro de siempre,

de cuánto se gasta en el shampoo,

Perder no cuesta nada, y ganar es todo, 

¿En qué se desarrollan los inicuos?

En las más peligrosas artes oscuras,

Dominantes en este mundo que luce siniestro a la luz del foco satelital

A la musa calavera que dejé ahí,

Al lado del jarrón...

¿De cuál sacaré mis partes, y cuál dejaré en la nueva imperfecta y llena de jirones?

No sé...

¿Cuál es el resultado esperado?

Ellos quieren de mi un pacto,

De protección y poder desbordado

Entre la hebra y el botón 

Huaipe, sobornos tras el asfalto

Carreteras de litros y litros

Auge maldito

Del que se va llegó

Al otro lado 

Tras la lívida y breve cara que despierta de la libertad...

Yo ya no les tengo miedo, no me asociaré en sus negocios y escucharé sus reportes con confianza de quien no deja su cara al viento y revuelve, sino quien se reconforta, se recomienda y enmienda, enemistad con la herida, puje, goma y cruce...

Al llano tarro enterrado...

Que se desvive, 

Cómo yo en estas líneas,

Fenicio en casa paso, crema y pastor, empleado de golpe, 

Enfrascado en designios de cirope

Y por si acaso no me desquicio 

Ya no rehuyo...

Hoy te visito espectro, para cobrarte la pena...te traigo agua en las tijeras, hiedra en las manos...y te pesco del ropaje endomoniado porque a tu pesar y el de los que te siguen ya no te tengo miedo ni te dejaré sin casa...solo no me dirijas la palabra sin color por las noches o te mato.