Hoy recordé tu último audio diciendo te amo, entre un suspiro y otro.
En francés y en inglés.
Despacio y deletreado.
Rápido y en múltiples ocasiones.
Hoy recordé todas las veces que dijimos te amo gritando debajo de un puente, entre avenidas y sobre ruedas.
Sobre la tierra y el hielo.
Entre gemidos y caracajadas.
Viendo el amanecer y el anochecer frente a tu ventana.
Sobre tu cama y escalones.
En nuestros triunfos y pérdidas.
Sobre tu pecho y sobre el mío.
Entre árboles y edificios.
Debajo de metales preciosos y tirados en el pasto.
Jugando a caer y riéndo de vídeos graciosos.
Llorando de alegría y volando en reforma.
Al amanecer viéndote despertar
y al atardecer cuando yo despertaba por segunda vez. Al elevar el globo y traerlo de vuelta.
Entre tus brazos y los míos.
Acostados en el sillón y tirados en el piso.
Con el sol quemando y el frío de las calles.
Entre besos sabor a dulce y caramelo.
Al cruzar las calles y jugar por el camino.
Cocinando en la madrugada y las tardes de lluvia.
En las pláticas del transporte público y los juegos divertidos.
Bailando canciones y cantando rolitas.
Mirandonos a los ojos en silencio...
Ahí se congelaba el momento pero,
dentro ardía un buen amor.