En la tierra donde Diós está presente Se enfrentan los judíos a los palestinos Ambos pueblos se guían por libros divinos Hay violencia, sangre derramada pero Diós está ausente En Tierra Santa también hay demonios Son los que controlan las monedas Que son sin duda las implacables ruedas Con las que destruyen y se apoderan de los patrimonios Es cómodo mandar desde el palacio Es triste obedecer desde la choza Es penoso cuando la riqueza ni te roza Es desesperante mejorar tan despacio Al niño le falta dinero y le sobra fantasía Al joven le sobra dinero y le falta divertimento A la joven le sobra belleza pero solo conoce sufrimiento El viejo está triste y va buscando alegría