Una mañana.
Un café.
Un Beso de madrugada.
Unas tardes inciertas.
Unos días, esos días
de volver paz el alma.
Una música.
Una calma.
Zunzunes en mi cama.
Un catalejo.
Aquel catalejo.
De Mar se te vuelve
la mirada.
Y la noche:
de Luna mi almohada.
De a pasos que
no andan,
Eva muerde la manzana.
Amor, de tantas veces,
de a lágrima
guardada.
Se ha vuelto
incierto el tiempo.
Se terminan las palabras.