¿De quien es el aura, de quien es la gema,
que tienen los rayos de amor y de bien?
¿Y quien mas que nadie, merece también
la luz fulgurante, de hermosa diadema?
Su dulce sonrisa, parece un poema
que trae los brillos, del sol del Edén;
es zumo de vida, del alma el sostén,
y brinda su esencia, con gloria suprema.
Es obra preciosa de Madre Natura,
la reina y señora, que inspira mi canto;
es ella un lucero, la hermosa criatura
que lleva en su frente, fulgor sacrosanto;
y llena de arrullos, y magna ternura;
¡La madre es del mundo, su cálido manto!
Autor: Aníbal Rodríguez.