Yo en realidad no quería demasiado,
Simplemente no quería morir
Quería una soledad,
Que me acompañara sin hacer ruidos en el alma
Un frio natural de brisa fresca en la mañana,
Nada que lacerara los huesos, O congelara la mirada
Unas alas pequeñas que se abrieran
y me llevaran tan solo al otro día
No pedía, no quería demasiado, simplemente no morir
Un beso cálido que derritiera témpanos
Un abrazo tierno que conmoviera el alma
Un corazón que latiera intenso
Un tiempo sin tic tac en la mirada
Un caminar de niño a paso cierto
Un poco de claridad en el pensamiento
Un pecho terso para entregarle lo que siento
Sin ningún motivo,
Sin razón para lo incierto
No le he pedido a mi vida salud en demasía,
Tan solo quería saber que no moría
Que la claridad del amanecer te pretendía
Recostada a mi costado cuando dormías
Que tu respirar y calor fueran poesía
Alejándome de la vanidad de saberte mía
Yo en realidad, solo,
No quería morir
No pretendía
Demasiada libertad para las caricias
O demasiada ingenuidad en mis deseos
Yo en realidad solo quería
Ser, un pequeño motivo para tu risa