*
El otoño llega a mi ventana,
yo la veo, lo juro,
doctor, Ella está ahí,
sentada a mi lado,
aquí en la cama,
sí ya sé, usted no puede verla,
ni la enfermera,
nadie la ve,
solamente yo,
y me habla, sonríe,
como siempre,
está acariciando mis manos,
hay ternura en su mirada,
está aquí, doctor,
se lo juro.
**
Cumplí setenta años,
sesenta junto a Ella,
amiguitos en la escuela,
en el liceo, “empates”,
en la universidad
el mismo sueño,
colegas, esposos,
padres, abuelos,
siempre juntos los dos;
por eso la veo,
y Ella me habla.
***
Sí, ya lo sé,
es algo en mi mente,
una alucinación,
una mentira,
claro que sé lo que pasa,
lo sé y me muero de dolor.
Se fueron los hijos,
los nietos,
llegó la Cuarentena,
vacaciones privadas,
solos en la casa,
hablamos de tantas cosas,
luego, enfermó,
y se fue, así de simple,
se fue, y el mundo quedó sin luz,
todo se apagó,
y Ella apareció en mi mente,
yo la veo, está aquí,
sentada a mi lado,
no, no voy a tomar ninguna medicina,
por favor, doctor,
déjeme a solas con Ella.