Madre
Sublime creación terrenal de lo Divino,
fuente inmaculada de amor y devoción,
haz de luz resplandeciente en el camino,
expresión celestial de la mano de Dios,
con un corazón brillante… hecho de oro,
la venturosa conexión de cielo y tierra.
Misionera de ternura…mensajera de dulzura,
pureza intachable de afecto,
dedicación inagotable,
sacrifico total… al extremo del renunciamiento.
Fuente de vida y de sonrisas…
y de lágrimas inesperadas…purificadoras.
Manantial de caricias y consuelos,
un albor ardiente que enciende el espíritu,
que aclara los momentos de angustia,
que calienta las penas frías de la incertidumbre,
y calma la furia de los arrebatos,
y cubre de armonía los instantes de ira,
Y equilibra el alma con su voz cándida de paz.
Madre
Vientre de delicadezas… creadora de existencia,
cuna de querubines de ojos inquietos,
regazo de alientos y reconciliaciones,
abrazo de regocijos y solidaridades cristalinas,
beso en la frente, sempiterno…inolvidable.
Madre
Sendero claro de paisajes maravillosos,
travesía espontánea a un mar dormido,
puerta a la playa de ensueños… llena de corales multicolores…
con un arco iris de fragancias,
y una cascada de ilusiones increíbles…
que abrigan esperanzas de matices radiantes.
Madre
Como el cielo inmensamente limpio e interminable,
lienzo de bocetos majestuosos…
con nubes de emociones blancas y grises,
escenario de una danza de aves felices…
que festejan al ritmo de la algarabía de los encuentros.
Madre
Como lluvia de rocío,
tibia manifestación mansa de frescura,
que se posa sobre las flores del campo…
con sus cristalinas gotas de perfume…
que emocionan como lágrimas de hastío,
como aguacero sutil de sentimientos.
Madre
Escudo de tormentas elocuentes de violencia,
que acechan con nubarrones de desconcierto,
y hacen temblar los huesos de la tranquilidad.
Ejército de fortalezas…
que aquietan las penumbras de los días de melancolía.
Muralla que impide a los miedos…
invadirnos de ansiedades.
Heroína de mil batallas contra el desaliento,
que hace desaparecer las dudas del horizonte.
Leona de mirada segura, de garras afiladas,
que se mantiene alerta alrededor de sus críos.
Madre
Como el viento invisible…
que parece que no está…
pero se siente al suspirar,
que acaricia tiernamente como la seda,
que cura las heridas más profundas,
que refresca la mente con su brisa de valor,
y se desliza con sabiduría sin dejarse atrapar...
sin dejarse intimidar por los huracanes del tiempo.
Madre
Diáfana como la noche… con su manto de estrellas,
de intermitentes luciérnagas como diamantes,
que sosegada contempla nuestro vago descanso.
Guardiana angelical…inmortal vigilante de sueños,
que espanta pesadillas y concilia insomnios.
Madre
Atributo de bondad. que emana de sus ojos,
de generosidad perpetua,
glosario interminable de palmadas de alivio.
Retrato de honestidad que depura la conciencia,
ceñida en tu túnica de cristal… con alas de ángel…surcas lo inmortal…
y cumples con humildad…la misión del cielo.