Las hormigas
El señor mango,
un árbol no tan grande,
ha sido invadido
de hormigas gigantes.
Hormigas que parecen humanos,
irrumpiendo aquello que está a su paso,
quitando vida, buscando espacio.
Forman colonias de un centenar de ellas
y con una reina, la madre de todas
y más grande que todas aquellas.
Leí que con café podía ahuyentarlas
pero no retrocedían ni un solo paso,
buscaban caminos, invadían mis plantas
y se hacían amigas de áfidos que chupan la savia.
¿Qué hare si no se marchan?
¿Acaso no se cansan?
¿Invadirán toda mi casa?