Diego Nicolás García Contreras

culpable

En el caso de las extremidades, de las supersticiones, de la dualidad que se queja, atribulada de cada día subsistir con el absoluto...
Tan presente como eterno, y es aquí donde las palabras se callan para universos, para exteriores tan vastos, negros; (como si puediera dejar de hablar ; concluyo), con voz breve, indecisa, inmediato y tan vano. Tan sacado de contexto y de juego. Como un barco perdido en medio de tormentas, que al acantilar no quiere más guerra. Más decisiones. Más huellas, por el maldito miedo, por las caidas, por los golpes, por los polvos, por las fuerzas, y la poesía te agarra, hace de ti montones raidos y desprendidos bajo la lluvia, sacos abiertos de ropa por montones, ventilados por el enigma del misterio, por el afán del derroche. Derrotista un imperio, vano y fascista, amurrado con ganas de morir en el desparpajo. Igual los has desarmado - murmuran a lo lejos. Te has enfrentado a tus enemigos blandiendo, rumiando el ácido, con la francmasonería no, contra tus propios demonios.


ya me puse a hablar weás