Alguna vez en nuestra vida
hemos tenido la curiosidad,
de haber deseado ser jóvenes
por toda la eternidad.
Todos los seres humanos
que viven a plenitud,
no desean perder nunca
la valiosa juventud.
Nadie la quiere perder
pero es algo inevitable
y ser eternamente joven
es por todos muy deseable.
Nadie quiere envejecer
pero es una ley de vida
y con los años se inicia
una larga despedida.
La juventud es pasajera
como lo es la belleza
y se vive con prudencia
sin que se pierda la cabeza.
Lo mejor de esta vida
es ser joven y gozar
y la juventud se va
para nunca regresar.
Cuando nos hacemos viejos
y vemos hacia el pasado,
la preciosa juventud
ya nos ha abandonado.
Autor: Alejandro Díaz Quero
Villa de Cura,05/05/2021.