Antonela Chiussi

Enroque

Cuidado.

Que si lo mirás durante

un período de tiempo

que sobrepase el lapso

de lo estipuladamente

(y estúpidamente)

establecido

como normal…

¡Enroque!

Será él quién entonces

te observe.

Y te convertirás

(quieras o no)

en ese ser amorfo

carente de dedos

y manos

y abrazos,

de piel cuadriculada

y piernas de papel,

que no sabe hacer otra cosa

más que esconder verdades

entre sus retorcidos nudos.