Pasear entre versos ha sido mi pasión desde que entraste a mi corazón, una y otra vez buscando el poema perfecto, como lo hago con mi mente, buscando la rima que despierte junto a mí y me recuerde que solo nací poeta para encontrarte, en ti busco un amanecer de palabras tendidas al sol de tus ojos, un atardecer perdido en una mujer hermosa para descubrir sus más grandes secretos y un anochecer que sueñe por haberte conocido.
Hoy me hinco ante el balcón de tus miedos, de tus silencios, de tus deseos, hoy te asomas a mi alma, a mis rimas, a mis versos, estos versos que vestirán tu memoria de caricias y tiempo marcado por nuestros labios.
No quiero tiempo sin vivir agarrado a tu manos, ni besos sin tus labios, ni lluvia sin tu nombre tatuado en cada gota, no quiero tardes que no pinten tu reflejo en las nubes, ni versos que no te nombren, no quiero noches en la distancia, no quiero ser tu amigo, quiero ser tu razón, tus buenos días, tu abrigo… Quiero ser lo que tu decidas, pero decídelo cuando te brillen los ojos, cuando tu corazón me vista de abrazos.
Hasta que tú decidas, recorreremos la vida de la mano del destino, estaremos juntos y decirte cosas que nunca a nadie he dicho.
Tu llegada tan sorpresiva me incitó a desear seguir experimentando sentimientos mágicos que colorean mis recuerdos; me ayuda a sentirme más seguro de querer caminar en esta dirección, puede que el temor no me ayude con esto, pero hoy ya no quiero ser tan realista y quedarme detenido en esta fantasía que se siente más que una realidad.
Si decides sentarte a mi lado, no prometo nada, pero podría comprometerme a robarte sonrisas ante la distancia y el tiempo, que tus manos frías siempre encuentren calor en las mías y tus brazos logren consuelo en los días que me extrañas durante las tardes frescas o frías noches.
Si decides tomar mi mano, juraré no soltarla, pero si es necesario tendré que dejarla a un costado para sólo caminar junto a ti, sin que esto signifique esfumarme de tus planes, me encantaría que nuestro destino tuviera su propia dirección con la misma meta... ser felices.
Si después de tu complicado análisis tomas la decisión de abrir tu corazón, te ofrezco mi pecho para resguardarlo el tiempo que la vida decida, le permitiré a tu cuerpo sentir y palpitar por mí, arriésgate a mi tiempo roto, apuesta por mis palabras gastadas y te ofreceré mis triunfos, fracasos, mis pecados y las dudas, todo será para ti.
Si decides quedarte junto a mí jurare amor eterno y felicidad sin fin, tú y yo hemos aprendido que nuestras palabras no definen el futuro, que las promesas se rompen y decepcionan.
Busco desesperadamente esa energía que hay en ti, de pelear contra tu decisión y aún así, a pesar del miedo a lo desconocido, arriesgarme.
Quiero admirarte todas las mañanas cuando acaricies mis labios, conseguir el tiempo necesario para besarte y seas tú quien decida conscientemente regresar a mi boca cada atardecer.
Si te arriesgas a ver el horizonte con mis ganas, te regalaré mis manías y el aprendizaje de mis años, te ofrezco lo que mi corazón atesora, mis sueños y locuras de lo que deseo ser, te regalo mis ganas de experimentar la vida.
Mientras decides si este es tu lugar, te regalaré mis letras infinitas, ya quiero darte la bienvenida a mi mundo extraño y loco.
Mientas decides... Si, Mientas decides cuando detener esto y que todos los sueños, poemas y sentimientos se desvanezcan, yo seguiré intentándolo.