1
Te miré.
Pude ver el inició y el fin,
Pude verme decirte adios,
Pude verme regalandote mis primeras palabras.
Un instante, un chispazo, un estallido de emociones que hizo mella mi corazon,
Que removió mis sentidos,
¡Que agito mis entrañas!
2
Dejame ver tus ojos sin advertir que los admiro,
Lanza una palabra para atraparla discretamente,
Sonríe y dejame ser el hijo de tus comisuras risueñas,
Acurrucame en tus rubios cabellos.
3
Jugueteo con mi coraje, en profunda indecisión, como la primera conciencia que se hizo conciente.
Igualito a la palabra atorada en mi pecho,
En el mar de miedos en el que me ahogo,
Deseo saludarte como el ahogado busca la bocanada de aíre.
4
Ahora me miras, me siento como si la primera estrella estuviera en mis manos,
Como si pisara el fin del mundo y el firmamento llorara fuego frente al abismo infinito de la muerte.
La luna tambien llora, la luna tambien ríe.
La luna me mira, la luna me toca con delicadeza, la luna me entiende, la luna es mi amiga.
5
No encuentro la palabra pero ...
Mi mirada se ilumina,
La voz se me quiebra.
No encuentro la palabra pero ...
Sonreir es facil y lloraria solo por tu ausencia.
Amancillas mi rabia, riges mi ternura, desvaneces mi odio,
Amas mi dolor.
No encuentro la palabra pero ...
6
Deciendo al infierno, pero mi paso es alegre.
Silbo y canto y rio y bailo,
Ciego por voluntad, estupido por costumbre,
Me llevas como las sirenas al fondo,
Tu canto es tierno, tus brazos calidos.
Soledad se redefinio como tu ausencia,
Dolor es sinonimo de tu indeferencia,
Llorar es recordarte,
Desesperación anhelarte.
¡Autodesprecio por tu desprecio la mas profunda vejacion de mi alma!.
7
Desesperación, ciclo agobiante, inquina por el tiempo miserable en que te espero.
Detesto esta parte del poema como deteste la parte de nuestra historia que lo inspira.
El angel era una arpía, mi dulce fruto prohibido un fruto seco moribundo inapetecible desértico adicto a la mortificacion de lo que ama.
Imposible, fracaso de mis fracasós, pena de mis penas,
Comete mi cuerpo, devora mi alma, engulle mi corazón.
8
Agravios, perdón, tiempo... olvido.
Yo no te he olvidado, te llevare en el pequeño rincon de mi memoria donde el olvido no alcanza a blandir su fria guadaña.
Tomare nuestro espejito roto donde observo el reflejo de lo qué queda de mi, mi reflejo vacío que hecha en falta tu presencia a mi lado.
Llorare mientras armo los mil pedacitos de cristal y entre sangre y lagrimas maquinare incesante... aquel primer dia donde te miré.