Alegrías mes das mi querida y jovial Mercedes
Haber nacido varón en tus amadas edénicas tierras
A ocho cuadras de broncíneos pescadores con redes
Y explorar las verdes praderas lejos de las sierras.
Crecí en el granítico hormigón del damero urbano
En los hondos chapuzones del montaraz río
De la hispánica, americana capital de Soriano,
Como casco protector, fue el cielo tan tuyo y mío.
En el Club de Remeros viví favoritos mis juegos
Y para que ningún compadrón a prepo me ate
Fueron Sancho y Quijote mis maestros manchegos
Desde el viejo Liceo de la calle Ferreira Aldunate.
No supe por no ser chileno ni mexica de sismos
Aunque sí de agitadas y desmadradas crecientes
Mis caídas fueron en duras planicies sin abismos
Aunque mucho sufrí exacerbados veranos calientes.
Mercedarios, rotundos inviernos de meteoros julianos
Gélidos y fríos como esas blancas nevadas australes
No alcanzaba la fuerza de Sansón con frotarse las manos
Solo la felicidad de ver a la mama preparando candiales.
Linda e inolvidable niñez, mi Mercedes natal ¡vaya que pasé !
Esa festivalera juventud de fraternos gurises y rientes chiquilinas
Variados sucesos profundos que con impulsiva pasión tanto yo amé
¡No me importa baje Moira hoy, aunque negras sean sus cortinas!