Nos pertenecemos
Yo
Tan joven como la corola cerrada de la flor
Tú
Colibrí que ensaya su primer silbido con las alas.
y en el aire tibio de la primavera, el amor revoloteando.
Ohh cuantas primaveras desde entonces,
Verdes empalidecidos de tristeza,
el rojo amarilleando su fuego y
mientras tanto, el viento sigue revolcando las hojas secas
Una vez, mil veces,
como los giros de un carrusel.
Como los amaneceres,
que van y vienen.
Entre nosotros, el amor, hecho de espuma,
como las olas del mar
que juguetean y se alejan en una ondulación obligada
para regresar a la orilla, justo donde me encuentro yo.
Juntos nos sorprenden los años.
Nos pertenecemos como el moho a las piedras,
Como el beso que no conoce otra boca.
Como el pájaro que jamás deja el nido
Teresa Ternavasio